viernes, 3 de julio de 2009

Del Decamerón a el Amor en los tiempos del alcohol en gel

El Decamerón, libro escrito en el Siglo XV por Bocaccio; es un compendio de cuentos picarescos contados por diez jóvenes nobles florentinos durante diez días y a razón de diez cuentos por jornada. Escapándose de la peste bubónica, que asoló Europa en la Edad Media; los diez jóvenes deciden huir a los castillos que cada uno de ellos tiene en las colinas que rodean a Florencia.
Para entretenerse, disponen nombrar a un rey de entre ellos, el cual sólo durará en su puesto un día. El rey o la reina elegido, tiene la facultad de definir el tema central del cual deberán tratar los cuentos que el resto de los jóvenes narrarán en esa jornada.

Libro prohibido por años, el mismo pasó de mano en mano en forma solapada; todo ello debido al contenido finamente erótico o liberal del mismo.
Estando frente a una pandemia como la producida por la Gripe A, y sobados en alcohol en gel; las posibilidades del amor se redujeron a la casi nada. Salvo los que ya tienen el entretenimiento en casa y previo baño en Lisoform; los que andamos sueltos, no nos quedará otra que dedicarnos al privado placer del recuerdo de encuentros pasados.
O sea, paja muchachos!
Uno de los encuentros más calientes que he tenido, fue con el agregado cultural de una embajada europea. El Sex Toy en cuestión contaba con unos 35 jugosos años, contra mis ansiosos 26. Lo tenía visto en un boliche de la zona de Palermo. Sábado tras sábado lo observaba desde lejos, siempre acompañado de amigos y con una botellita de champagne en la mano. Bronceado suavemente, pelo en pecho y anteojos de buena factura, combinado con sus camisas blancas o celestes; hacían el disfrute visual casi instantáneo.

Ante su indiferencia completa por cualquiera que no fuera de su grupo de amigos, mi interés en él se limitaba al estudio de tal ejemplar. Uno nunca sabe cuando, en medio de un garche aburrido, debe recordar otras visuales para poder alcanzar el éxtasis."Fijá los ojos en el tipo que te calienta, y pensá en sexo; decile con la mirada que querés coger", me dijo un amigo a modo de técnica infalible.

Efectivamente funcionó con otros. Una noche cualquiera, estando en el mismo antro, se me apareció ante los ojos. Y actué en consecuencia.No pudiendo evitar una provocación tan explícita; el fauno se me acercó. Luego de la misma charla intrascendental que generalmente se tiene en esos lances; terminamos tomando un café en un bar de la avenida Santa Fe.Debo reconocer que me desorientó que no pasáramos a las sábanas sin escalas; pero la novedad, por mínima que ésta sea, es agradable viniendo de un especimen tan hot.Me pidió mi teléfono con la obvia promesa de llamar en la semana.

Y llamó nomás. Me pidió si le cocinaba ya que se había quedado enganchado con mis capacidades gourmandise. Trajo el vino. Fue sólo brindar, ya que inmediatamente me tiró en la cama cercana, para comenzar a desnudarme. Lo tenía en todos lados. Lo sentía en todos lados.Fue un polvo rápido, furioso y aleccionador. Aprendí en segundos lo que quería de mí y yo satisfecho con la propuesta, cedí sin objeciones.

Comimos casi en silencio, un silencio cómplice. Se sentía en la piel aún el calor del otro.El postre fue pasado por alto. Sólo un café que venciera el sopor que el cansancio de mitad de la semana, nos dejaba en el pecho.Nuevamente me encontré sin ropa, con las piernas abrazando su espalda baja y llenándome en su boca. Fue mejor que la primera. Más dócil, pero más firme. Sabía perfectamente dónde tocarme y cómo hacerlo.

Pero con el último suspiro después del orgasmo, supimos que nada quedaba entre nosotros.Nos despedimos amablemente.
Y nunca supimos nada del otro, nunca jamás.

3 comentarios:

Nituni dijo...

Me encanto la tecnica de tu amigo! La pondre en practica urgentemente!!!

JOTAELE dijo...

MON DIEUX!!!!

Boufflers dijo...

Nituni: Sirve...hace un ratito la acabo de emplear en plena Avenida de Mayo...

Jotaele: Para tanto che? jajajaja